Adiós Encantito…
Esas fueron las primeras palabras que mi Abuelo dirigió a mi Abuela. Gracias a eso aquí estamos los Lever García.
Hace mas de 65 años, mi abuelo tomo el tren de de Hermosillo, Son. a Mexicali B.C. como un pionero, buscando una mejor vida para su familia. Fue de los primeros maestros en llegar. Los que estudiaron la primaria en el Ejido Zacatecas por ese entonces lo podrán recordar con mucho cariño. (Lo se por que mas de una vez me tope con personas mayores, que al oír mi apellido materno, me hablaron maravillas de mi abuelo.)
Fue fundador del H. Sindicato de Maestros de Baja California, y si mal no recuerdo su primer secretario general.
Inició una Academia de Secretariado donde mis Abuelos se partieron el lomo por muchos años. (Recuerdo que las tortas de jamón de mi Abuela eran toda una sensación) De esta forma, trabajando duro, fue como sacó a su familia adelante.
A sus 78 años Mi abuelo junto con otros honorables ciudadanos en una barrera humana, protegió con su vida los votos de los Bajacalifornianos para que por primera vez, pudiéramos tener un gobernador no priista.
Mi Abuelo es un hombre de costumbres y horarios, Para la hora de levantarse, ya estaba el café preparado (con calcetín). Desayuna siempre avena con ciruelas y uvas pasas a la misma hora. Comía las exquisiteces que mi Abuela cocinaba a la misma hora (a las 2 me parece) y Cena su panecito dulce con su baso de leche, también a la misma hora. (Creemos que eso ha sido lo que lo ha mantenido tan fuerte por tantos años)
Miraba Chespirito todos los lunes y las noticias todas las noches.
La casa de mis Abuelos en la Plateros fue el lugar de reunión por muchos años, ir los sábados a desayunar chorizo con huevo, tortillas de harina recién hechas y leche con Quick, era la gloria. Mis primos y yo jugábamos en los terrenos de mi abuelo mientras el se pasaba las horas en su covacha (un cuartito de madera llena de tornillos, fierros, candados y llaves que no coincidían.) donde nuestra entrada estaba prohibida. El cuchitril (como le decía mi abuelita) era todo un misterio. Solo entre dos veces en mi vida (una a escondidas), maravillado por la cantidad de cosas que el guardaba, confiado en que algún día les daría uso.
Le pedíamos nuestro “domingo” a mi Abuelo, sabiendo que sacaría su moneda de 25 cvs y nos diría: “Con esto te vas al cine, ves una película, te compras una torta y una soda, y me traes el cambio”.
Lo mas divertido era preguntarle:
-Abuelito, como me llamo?
Se tomaba unos 20 segundos para pensar en el nombre más horrible que se le viniera a la mente)
-Pancracio!!
(Perdón si te llamas Pancracio)
Algo que nunca se me va a olvidar es oirlo cantar a mi Abuelita el "Cielito lindo" en frente de todos sus hijos y nietos. Mi abuela (QEPD) lo adoraba, sus hijos lo adoran y sus nietos y bisnietos también. Solo quisiera que Dios me permitiera ser la mitad de buen padre y abuelo que el ha sido.
De el aprendí a trabajar duro, a planear la vida, a sacar adelante a mi familia, a procurarles un futuro mejor, a entregarles mi vida con amor. No puedo más que agradecer a Dios por la vida de mi Abuelo.
Mientras escribo estas letras, mi Abuelo pelea una de sus últimas batallas en el Hospital. Y este post se lo dedico a mi Abuelo, el Profesor Carlos Lever Baumann, y a la forma en la que afectó mi vida.
2 Comments:
ayer lo vi en el periódico... me parece... ;)
Más de un año después de este comentario primazo finalmente sucedió e inmediatamente recordé esta entrada. Gracias por permitirme leerle a mis hermanas historia importante. Vamos para allá. Abrazos, Mariana
P.D.- Adiós encantito.
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