Wednesday, July 29, 2009

Al Borde de la Obscuridad

Hace unos días me encontré con un documental en la televisión sobre el problema del endeudamiento de la gente en Estados Unidos. Me impresiono ver como la presión de las deudas ha llevado a mucha gente a una crisis emocional, al divorcio o inclusive al suicidio. Pero lo que más me impacto fue la canción que pusieron al final al momento de los créditos. Una canción de Queen y David Bowie llamada “Under Pressure” (Bajo Presión) que yo había escuchado muchas veces pero, como ocurre muchas veces, sin ponerle realmente atención a la Letra. Mientras la letra de la canción se iba desplegando en mi pantalla empecé a sentir escalofríos al leer y escuchar frases como:

Bajo la presión que derrumba un edificio

Parte una familia a la mitad

Y pone gente en la calle

Estos son los días donde no llueve sino cae una tormenta

¿Por que no podemos darle una nueva oportunidad al amor?

Porque Amor es una palabra tan chapeada a la antigua

Que te reta a que te importe la gente que está al borde de la obscuridad

Al terminar la canción quedé con una sensación mezclada de angustia y arrepentimiento. Como Si Dios me estubiera diciendo. ¿Que está haciendo mi pueblo por los que están al borde? No estoy hablando de los que están en una crisis temporal. Estoy hablando de los que ya no tienen ni una pizca de esperanza. Los que no saben donde van a dormir mañana, o que le darán de comer a sus hijos. Los que están a punto de poner una pistola en su boca por la desesperación de no encontrar una salvación a su problema. Los niños que sus mundos se derrumban al mismo tiempo que se derrumba el matrimonio de sus padres. Las personas con una enfermedad terminal que saben que dejan a una familia desamparada. ¿Que estamos haciendo por los que están al borde de la obscuridad total?

La salvación que Jesucristo nos dio y nos confió para transmitirla, va mucho más allá de la redención de nuestros pecados. Es la salvación en el día más obscuro (Juan 1:4-5), cuando la tormenta está a punto de acabar con nuestras vidas (Marcos 4:36-41), cuando tenemos 10 años sangrando y ya no sobreviviremos un día más (Marcos 5:25-34). Cuando estamos a punto de ver a nuestro hijo morir. (Génesis 21:15-17).

Seamos verdaderamente emisarios de esa salvación. Abramos nuestros ojos y veremos este submundo de desesperanza a todo nuestro alrededor. El amor de Dios en nosotros nos debe impulsar a rescatar a las personas que están al Borde de la Obscuridad. No supongas que otro lo va a hacer porque Dios nos ha llamado a ti y a mí para esta labor.

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